la paleta de las emociones

 FECHA 11 de junio  ¿Qué ocurrió? Tuve un día muy tranquilo, sin prisas ni pendientes. Me quedé en casa viendo películas y descansando. ¿Qué sentiste? Sentí paz, relajación y bienestar. ¿Por qué crees que te sentiste así? Porque mi cuerpo y mi mente necesitaban un respiro. Hacía tiempo que no me tomaba un día así. ¿Qué aprendiste de esta experiencia? Que descansar también es necesario, no siempre hay que estar haciendo algo “productivo” para sentirme bien. ¿Cambiarías algo? Tal vez habría salido un rato al sol, pero en general disfruté mucho ese tiempo para mí. ¿Cómo gestionaste o podrías gestionar mejor esa emoción? Simplemente la viví. Fue agradable y me recordó que está bien bajar el ritmo de vez en cuando.

 FECHA 9 de junio  ¿Qué ocurrió? Terminamos una presentación importante y el equipo la hizo muy bien. ¿Qué sentiste? Orgullo, alegría y alivio. ¿Por qué crees que te sentiste así? Porque todo el esfuerzo valió la pena, y fue un logro compartido. ¿Qué aprendiste de esta experiencia? Que trabajar en equipo da buenos resultados cuando todos cooperan y se comunican. ¿Cambiarías algo? Quizá no, pero intentaría celebrar un poco más cada logro, aunque sea pequeño. ¿Cómo gestionaste o podrías gestionar mejor esa emoción? Compartí la alegría con mis compañeros. En el futuro, seguiré agradeciendo y valorando estos momentos.

 FECHA 8 de junio  ¿Qué ocurrió? Ese día estuve todo el tiempo en casa, sin planes ni compañía, y me sentí un poco solo. ¿Qué sentiste? Sentí tristeza y aburrimiento. ¿Por qué crees que te sentiste así? Porque necesitaba distraerme o convivir con alguien, y el silencio y la rutina del día me hicieron sentir aislado. ¿Qué aprendiste de esta experiencia? Que también necesito tiempo para mí, pero es importante usarlo de manera que me haga sentir bien. Estar solo no tiene que ser algo negativo. ¿Cambiarías algo? Sí, habría planeado algo sencillo para salir o hablar con alguien, aunque fuera por mensaje. ¿Cómo gestionaste o podrías gestionar mejor esa emoción? Salí a caminar un rato y escuché música. Me ayudó a sentirme más conectado conmigo mismo. En el futuro, puedo tener preparada una lista de cosas que disfruto hacer solo.

 FECHA 7 de junio   ¿Qué ocurrió? Ese día discutí con un familiar por un malentendido sobre algo que dije sin intención de ofender. ¿Qué sentiste? Sentí enojo, tristeza y algo de culpa. ¿Por qué crees que te sentiste así? Porque no me gusta tener problemas con las personas que quiero, y me sentí incomprendido. ¿Qué aprendiste de esta experiencia? Que a veces es mejor pensar antes de hablar y que la forma en la que decimos las cosas puede afectar más que lo que decimos. ¿Cambiarías algo? Sí, trataría de expresarme con más calma y aclarar las cosas desde el principio para evitar malos entendidos. ¿Cómo gestionaste o podrías gestionar mejor esa emoción? Después de un rato, fui a hablar con esa persona y le pedí disculpas. Me ayudó a sentirme más tranquilo. En el futuro, quiero aprender a manejar mejor mis impulsos y comunicarme con más empatía

FECHA 6 de junio  ¿Qué ocurrió? Se llevaron a cabo elecciones en varias entidades de México. Hubo mucha conversación en redes sociales sobre la participación ciudadana y la polarización política. ¿Qué sentiste? Me sentí un poco confundido y molesto por la cantidad de información contradictoria que circulaba. ¿Por qué crees que te sentiste así? Porque me di cuenta de que muchas personas creen cosas distintas y eso puede generar conflictos, incluso entre familiares o amigos. ¿Qué aprendiste de esta experiencia? Aprendí que es importante verificar la información antes de compartirla y que cada quien tiene derecho a pensar diferente. ¿Cambiarías algo? Sí, evitaría discutir en redes y trataría de escuchar más antes de responder. ¿Cómo gestionaste o podrías gestionar mejor esa emoción? Decidí salir a caminar para calmarme. En el futuro, podría respirar profundo y enfocarme en lo que sí puedo controlar: mi reacción.

 Al despertar, el sol se filtraba suavemente por la ventana. Decidí comenzar el día con una práctica de gratitud, registrando tres aspectos positivos en mi vida. Esta reflexión me permitió iniciar la jornada con una perspectiva optimista y enfocada en lo que valoro. Practicar la gratitud tiene numerosos beneficios para la salud mental. Estudios han demostrado que la gratitud puede reducir los niveles de estrés y ansiedad, mejorar la calidad del sueño y fortalecer la resiliencia emocional. Al enfocarnos en lo positivo, podemos contrarrestar los efectos negativos del estrés y promover un bienestar general. Además, la gratitud activa regiones del cerebro asociadas con el placer y la recompensa, liberando neurotransmisores como la dopamina y la serotonina. Este proceso biológico mejora nuestro estado de ánimo de inmediato, proporcionándonos una sensación de felicidad y bienestarAl integrar la gratitud en nuestra rutina diaria, podemos cultivar una mentalidad positiva y resiliente, c...